26 abril 2007

Vinculan hipertensión con el cerebro
Mehler, 16/04/2007 (07:42).


Un nuevo estudio sugiere que muchos casos de hipertensión podrían tener su causa en el cerebro en vez de estar relacionada con problemas en los riñones o los vasos sanguíneos.

Un equipo de científicos británicos identificó una proteína que se encuentra en el cerebro y que sería la causa de la hipertensión arterial, afirma un estudio que será publicado en el diario "Hypertension".

Los investigadores, todos de la Universidad de Bristol, aislaron la proteína Jam-1 en el cerebro y descubrieron que ella "aprisiona" los glóbulos blancos causando inflamaciones que alteran la circulación de la sangre y reducen la aportación de oxígeno al cerebro.

El profesor Julian Paton y sus colegas creen que este factor desencadena a su vez episodios que elevan la presión arterial.

Sus estudios realizados en ratas demuestran que la JAM-1 está vinculada al aumento de la presión sanguínea pero aún se desconoce el mecanismo exacto que se esconde detrás de este fenómeno.

El profesor Julian Paton, que dirige el proyecto, explicó que los investigadores estudian "la posibilidad de curar a los pacientes que no responden a las terapias convencionales de la hipertensión con fármacos que reducen la inflación de los vasos sanguíneos y aumentan el flujo sanguíneo al cerebro".

"El nuevo desafío es comprender el tipo de inflamación de las venas del cerebro, así sabremos cuáles fármacos utilizar y cómo dirigirlos", agregó Patón, subrayando además que Jam-1 podría "proveer nuevas pistas para curar la enfermedad".

El profesor Jeremy Pearson, responsable de la British Heart Foundation, elogió el descubrimiento de los científicos de la Universidad de Bristol.

"Este estudio sensacional es importante porque sugiere la existencia de causas inesperadas de presión alta, ligadas la envío de sangre al cerebro".

Patología por demás difundida -aqueja según estimaciones a más de 600 millones de personas en todo el mundo-, la hipertensión arterial puede provocar infartos y crisis cardíacas y hasta dañar los riñones.

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